Nikolái Rimski-Kórsakov

    Nikolái Andréyevich Rimski-Kórsakov, nace en Tichvin, el 6 de marzo de 1844. Pronto ingresó en la Escuela de Marina de San Petersburgo, donde permanece desde 1856 a 1862, a la vez que se formaba musicalmente, ya que, en 1859 comenzó a estudiar piano con F. A. Canille, quien le presentó a Mili Balákirev y a César Cui, quienes junto a Aleksandr Borodín y Modest Músorgski, formaban el grupo de innovadores de Los Cinco.

En 1871, siendo aún oficial de la marina, fue nombrado profesor en el Conservatorio de San Petersburgo, función que habría de ejercer hasta su muerte. Función solo abandonada, cuando los acontecimientos políticos de 1905 provocaron que fuese, provisionalmente, suspendido al haberse opuesto a las medidas disciplinarias tomadas contra los estudiantes del Conservatorio. En 1873, abandonó la marina, siendo designado inspector de las orquestas militares de la tropa, puesto que mantuvo hasta 1884. Desde entonces, su dedicación a la música fue absoluta.

En el periodo comprendido entre 1874 y 1884, fue director de orquesta en los conciertos dados en la Escuela gratuita de música, y subdirector de la Capilla Imperial, entre 1883 y 1893. A partir de 1886 dirigió los conciertos sinfónicos rusos creados por Beliaiev. Desde principios de la década de los años 90, hasta los primeros del siglo XX atravesó un período de gran creatividad, dedicándose, principalmente, a la ópera.

Desde el punto de vista técnico, Rimski-Kórsakov fue el miembro mejor preparado del grupo de Los Cinco, a pesar de que, como en los casos de sus compañeros, su dedicación a la música no fuera, en sus inicios, profesional. Como la mayoría de los músicos de su generación, buscaba plasmar en sus óperas un carácter que fuera más auténticamente ruso, tanto en los temas, como en la música que sus predecesores.

En su elaboración partió de personajes de la poesía popular, de viejos cuentos, de ritos eslavos, de temas legendarios y del romanticismo de Oriente, tratando la ópera con gran variedad de estilos y riqueza musical. Pero también tuvo tiempo de ocuparse de temas en los que se manifestaba claramente la tendencia política. Tal es el caso de El gallo de oro, entre 1906 y 1907.


Maestro de la orquestación, ocupa un lugar destacado en la música sinfónica de finales del siglo XIX, llegando su influencia hasta Debussy y Ravel. En sus composiciones utilizó tanto los modos antiguos de la iglesia como los poco frecuentes con intervalos aumentados y disminuidos. Entre otras muchas piezas, escribió: Entre 1865 y 1884, tres SinfoníasSinfonietta sobre temas rusos, en 1884, Capricho español, en 1887 y Sheherezade, un año después. También finalizó y reinstrumentó algunas obras de Músorgski, como es el caso de La Khovantchina y Boris Gudonov, entre otras, de Borodín El príncipe Igor, de Dargomijsky El Convidado de piedra y preparó numerosas partituras de Glinka para su edición. Entre sus óperas encontramos títulos como Mlada, escrita entre 1889 y 1890, Noche de Navidad, entre 1894 y 1895, Sadko, entre 1895 y 1896 y Leyenda de la ciudad invisible de Kitej y de la virgen Fevronia, entre los años 1903 y 1905.

Desde principios de 1890, venía padeciendo una angina de pecho, que le iba desgastando lentamente, pero el estrés que le produjeron los acontecimientos que tuvieron lugar durante la Revolución de 1905, aceleraron el proceso, impidiéndole trabajar, a partir de diciembre de 1907. Falleció el 21 de junio de 1908 en su finca de Liúbensk, cerca de Luga, a unos 200 km al sur de San Petersburgo, siendo enterrado en el Monasterio de Alejandro Nevski de San Petersburgo, cerca de las tumbas de Borodín, Glinka, Músorgski y Stásov.

Escuchemos El vuelo del moscardón.

Ramón Martín

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