Pedro Luis Borja

 

Nacido en Roma hacia 1468. Era el hijo primogénito del papa Alejandro VI (Rodrigo Borja), que le destinó a hacerse cargo, en 1483, de las posesiones de la familia en el reino de Valencia. Una vez instalado en Valencia, comenzó a construir la que sería residencia familiar, y que en la actualidad es la sede de las Cortes Valencianas Palacio de Benicarló). Un año después sirvió de camarlengo en la corte de Fernando II, ya que el monarca, consideraba que el hijo del entonces vicecanciller de la Iglesia, sería un eficaz intermediario con el Vaticano.

Los proyectos se le complicaron cuando, antes de morir, Inocencio VIII le prometió la mitra hispalense, que estaba vacante desde junio de 1488 al morir su anterior titular Íñigo Manrique de Lara; pero se dio la circunstancia de que el monarca aragonés también la pretendía para su hijo bastardo Alonso de Aragón, por aquel entonces arzobispo de Zaragoza; estalló el conflicto y el Rey mandó encarcelar a Pedro Luis, al tiempo que secuestraba sus bienes; entonces el cardenal, consiguió que el nuevo papa Sixto IV excomulgara al monarca. Finalmente, el acuerdo entre ellos fue posible, ya que el rey necesitaba dinero para seguir con la conquista de Andalucía y el cardenal valenciano aspiraba obtener un señorío para sus hijos. En abril de 1485 llegaron a un principio de acuerdo sobre la compraventa de Gandía, el antiguo infantado que, había revertido a la Corona tras morir sin herederos legítimos el segundo duque Alfonso el Joven y que se hallaba hipotecado a la ciudad de Valencia, teniendo una opción preferente, para su compra, por parte del marqués de Moya.

En mayo, como premio a la destacada participación de Pedro Luis en la conquista de Ronda, Fernando II le concedía el título de egregio a él y a sus hermanos César, Juan y Jofré. Además en septiembre de ese mismo año, se levantaba el secuestro sobre los bienes de Pedro Luis; y el 2 de diciembre se hacía lo propio con la excomunión del Monarca. Al día siguiente se firmaba en Alcalá de Henares la escritura de compraventa de la villa de Gandía y el castillo de Bairén, a favor del primogénito del cardenal Borja. El 20 de diciembre, el Monarca le concedía a Pedro Luis de Borja, el título de duque de Gandía, convirtiéndose así en el primer duque de Los Borja del flamante señorío.

De esta manera, el ansiado señorío gandiense se sumaba a las baronías valencianas de Llombay y Chella, ya adquiridas por el cardenal Borja, y se ampliaba en 1486 con las compras de Bellreguard, la alquería de Carbonell y la de Rafelsineu. Un año después, se incorporaban los lugares de Jeresa y Alcodar, ambos en la Huerta de Gandía y poblados por mudéjares; más el valle de Gallinera al norte de la provincia de Alicante.

Parece cierto que todas estas adquisiciones se consiguieron con los abundantes recursos financieros del cardenal-vicecanciller y sus certeras decisiones, encaminadas a hacerse con las ubérrimas tierras de Gandía, donde se cultivaba la caña de azúcar (canyamel), y así exportarlo a Europa como edulcorante.

Vuelto a Roma, en su último testamento del 14 de agosto de 1487, designaba heredero universal a su hermano Juan, salvo los florines destinados a la dote de Lucrecia Borja, su hermana de padre y de padre y madre de Juan. Murió el 3 de septiembre de 1488 en el Vaticano, siendo enterrado en Santa María del Popolo, donde permaneció hasta febrero de 1500, cuando a petición de la duquesa regente de Gandía, María Enríquez, se autorizó su traslado junto con los de su hermano Juan, a la cripta de la iglesia parroquial de Santa María, en Gandía, que desde 1499, había sido elevada al rango de colegiata por bula de Alejandro VI, suegro de la duquesa regente.