Luca Cambiaso

Autorretrato pintado por su padre



Nacido en Moneglia, Liguria, en 1527 y fallecido en San Lorenzo de El Escorial, Madrid, en 1585. Hijo del también pintor Giovanni Cambiaso, que es su primer maestro. Entre las obras de su primera etapa se incluye su colaboración en los frescos del salón de la Guerra de Troya en el antiguo Palacio Antonio Doria all'Acquasola, en particular el de Apolo asaeta a los griegos, datado hacia 1547. Por las mismas fechas comienza su actividad como artista independiente y trabaja en la fachada del palacio de Giacomo de'Ferrari y alrededor de 1550 realiza los frescos del Palacio del Grillo en Génova.

    Las obras de este periodo comparten unos rasgos que dan como resultado una manera personal caracterizada por la forma exuberante en el tratamiento del espacio y las figuras en relación directa con las experiencias de Miguel Ángel y de Beccafumi; aunque ya en el Palacio del Grillo pueden vislumbrarse influencias formales cercanas a Rafael en unos trazos más dulces y maduros y cada vez más personales. Por otro lado, la relación de Cambiaso con Galeazzo Alessi y Giovanni Battista Castello se manifiesta en la manera de tratar las formas geométricas en los frescos de los palacios genoveses, donde los espacios arquitectónicos reflejan el orden y rigor propios de las teorías de Alessi. La relación de Cambiaso con Castello, llamado el Bergamasco, es muy estrecha y de ella quedan huellas en la documentación y en las obras. Los dos amigos trabajan juntos en muchos proyectos, como en la iglesia de San Mateo de Génova en la que Cambiaso pintó al fresco numerosas decoraciones de las naves laterales con putti, profetas y sibilas.

    Sin lugar a dudas el periodo entre el 1555 y 1570 puede considerarse el mejor dentro de la actividad de Cambiaso, cuando incrementa su producción al óleo y alcanza su cumbre artística. Entre sus obras de los últimos años genoveses se encuentran los frescos del Palacio Lercari, de los que el Museo de El Prado posee un dibujo preparatorio de un antepasado de Franco Lercari, patrono de Cambiaso. Otra parte de su producción la constituyen los nocturnos, en los que el artista es verdadero anticipador de los gustos estéticos posteriores y del caravaggismo en particular. De este género, el Prado conserva también un dibujo, Adoración de los pastores, que ofrece la posibilidad de apreciar la originalidad y la habilidad de Cambiaso.

    A partir de la década de 1570, coincidiendo con graves problemas familiares, entre los cuales se cuenta la muerte de su esposa Peregrina, su estilo se hace más pesado, y llega en ocasiones a ser solemne y grandioso. Antes de su marcha a España, deja en Génova obras maestras como la Deposición pintada para las monjas de Santa Clara. Al último periodo de su estancia genovesa corresponde la realización de los cuadros de tema profano-mitológico derivados de la tradición iconográfica veneciana de Tiziano y Veronés. Los últimos años de vida y de trabajo de Cambiaso están dedicados a los encargos de Felipe II, de tal manera que el pintor tendrá la oportunidad de vincular su nombre con la llamada octava maravilla del mundo, el monasterio de San Lorenzo de El Escorial.
Ramón Martín

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