Tiziano Vecellio di Gregorio

 


Tiziano nació en Pieve di Cadore, Belluno, Véneto, hacia 1490, en el seno de una importante familia de Cadore. A la edad de 12 años llegó a Venecia, para formar parte del taller de Gentile Bellini, aunque después entró en el de su hermano Giovanni. En torno a 1507 se asoció con Giorgione para juntos decorar las fachadas del Fondaco dei Tedeschi, almacén que poseían los comerciantes alemanes en Venecia; poco se conserva de los frescos originales. En 1510 fallece Giorgione, y un año después, trabajó en la Escuela de San Antonio de Padua, donde pintó los frescos que representaban ciertos milagros atribuidos al santo. En 1513 rechazó la invitación de Pietro Bembo para instalarse en Roma, prefiriendo prestar sus servicios al gobierno veneciano; donde, al morir Giovanni Bellini en 1516, acaparó todos los encargos públicos de envergadura. Ese año pintó El tributo de la moneda para el duque de Ferrara, Alfonso I d'Este, quien años después le encargaría varias obras para su estudio en Ferrara: Baco y Ariadna, La bacanal de los andrios y Ofrenda a Venus. En 1518 entregó La Asunción de la Virgen para el altar mayor de la iglesia de Santa María Gloriosa dei Frari en Venecia y comenzó la Pala Pesaro destinada a decorar el altar de la capilla de esa familia en la misma iglesia. Ambas obras, junto con El martirio de san Pedro Mártir, pintado en 1526 para un retablo de la iglesia de Santi Giovanni e Paolo, constituyen su aportación a la renovación del género del cuadro de altar.




Poco después comenzó a trabajar para Federico II Gonzaga, marqués de Mantua, quien le presentó al emperador Carlos V, al que es probable que retratara hacia 1530 con ocasión de su coronación en Bolonia y volvería a hacerlo tres años después, inaugurando así una relación que lo ligó con la casa de Austria durante más de cuarenta años. En 1533 fue nombrado Conde Palatino y Caballero de la Espuela de Oro por el emperador, aunque rechazó, en varias ocasiones, las invitaciones para establecerse en la corte española. Pintó varios retratos del emperador y de su hijo Felipe II, creando el prototipo de retrato de aparato que tanto cundió después. Además, ejecutó pinturas religiosas como La gloria y El entierro de Cristo y distintas versiones del Ecce Homo y La Dolorosa, y pinturas mitológicas como Dánae y Venus y Adonis para Felipe II y Las Furias para su tía María de Hungría. A su vez, siguió recibiendo encargos de mecenas italianos como el duque Guidobaldo II della Rovere, para quien pintó la Venus de Urbino, y españoles como Alfonso de Ávalos, marqués del Vasto, a quien retrató. También fue auspiciado por pontífices como Pablo III e instituciones religiosas como la iglesia de Santa María delle Grazie de Milán, para la que pintó La coronación de espinas.

Tras una longeva existencia, murió el 27 de agosto de 1576 mientras la peste asolaba.

 

Ramón Martín


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