Horatio Nelson
Horatio vino al mundo en una rectoría de Burnham Thorpe (Inglaterra), el 29 de septiembre de 1758, en el seno de una familia acomodada de Norfolk, siendo el sexto de los once hijos del reverendo Edmund Nelson y su esposa Catherine Suckling. Estudió en la Paston Grammar School de North Walsham, para pasar a los 12 años al King Edward VI's Grammar School en Norwich. Su carrera naval comenzó el 1 de enero de 1771, cuando, por influencia de su tío materno, el capitán Maurice Suckling, se presentó al HMS Raisonnable. Poco después fue nombrado guardiamarina. Nada más incorporarse, descubrió que sufría de mareos, una enfermedad que lo persiguió por el resto de su vida. Tras un periodo en el HMS Raisonnable, se le destinó al West Indiamen Mary Ann de la naviera mercante de Hibbert, Purrier y Horton, para adquirir experiencia. Cruzó dos veces el Atlántico, antes de regresar para servir a las órdenes de su tío, en la lancha que transportaba hombres y despachos hacia y desde la costa. Cuando se enteró de una expedición destinada a inspeccionar un pasaje en el Ártico para llegar a la India.
Suckling dispuso que Nelson se uniera a la expedición como timonel a bordo del HMS Carcass, una lombarda reconvertida. La expedición llegó a diez grados del Polo Norte, pero fue incapaz de encontrar un camino a través de los densos témpanos de hielo, y se vio obligada a retroceder. La expedición regresó a Gran Bretaña en septiembre de 1773, y Nelson fue trasladado al HMS Seahorse, uno de los dos barcos que estaban listos para zarpar hacia las Indias Orientales, hacia donde se dirigió el 19 de noviembre de 1773, llegando a Madrás el 25 de mayo de 1774. Allí pasó el resto del año costeando y escoltando mercantes.
Desde 1773 a 1784, fueron once años, en los que su reputación fue en aumento, estando al mando de diversos navíos: HMS Lowestoffe, HMS Badger, HMS Hinchinbrook o HMS Albemarle, incluso el mando conjunto de las fragatas HMS Argo y HMS Enterprise para recoger un convoy de la Compañía de Moscovia en Elsinor de regreso a Gran Bretaña.
En ese tiempo, Nelson conoció a Frances Nisbet, una joven viuda de
Nieves, y pronto surgió el afecto entre ellos. Su tío, John Herbert, ofreció una gran dote,
aunque tanto el tío como la sobrina, ocultaron que todo era ficción, y además
que Fanny no podría tener hijos debido a una infección en el útero. A
pesar de todo, Nelson y Fanny se casaron en Montpellier, en la isla de Nieves
el 11 de marzo de 1787. Nelson regresó a Inglaterra en julio, y Fanny le siguió poco después. En 1788, se
establecieron en la casa de la infancia de Nelson en Burnham Thorpe.
En mayo de 1793, formó parte de una división mandada por el vicealmirante William Hotham, a la que se uniría, a finales de mes, el resto de la flota de Lord Hood. Se dirigieron a Gibraltar, pero en julio fondearon en Tolón, que estaba bajo el control de republicanos moderados y realistas, aunque amenazado por las fuerzas de la Convención Nacional. Ante la falta de suministros, las autoridades decidieron que Hood la tomara bajo su protección, a lo que éste accedió, enviando a Nelson con despachos solicitando refuerzos a Cerdeña y Nápoles. En esta última conoció a la nueva esposa de Hamilton, Emma Hamilton. A mediados de septiembre se hizo a la mar, llegando a Tolón el 5 de octubre, donde un poderoso ejército francés la estaba bombardeando. Tolón cayó a finales de diciembre de 1793.
Nelson se unió a la flota de Jervis frente al cabo de San Vicente, donde éste decidió dar batalla el 14 de febrero de 1797. Tras la batalla recibió el HMS Theseus como su buque insignia, y el 27 de mayo se le ordenó que descansara frente a Cádiz, monitoreando la flota española y esperando la llegada de los barcos del tesoro españoles de las colonias americanas. Mientras tanto, desarrolló un plan para capturar Santa Cruz de Tenerife. En la Batalla de Santa Cruz de Tenerife, además de fracasar su ofensiva, resultó gravemente herido, perdiendo el brazo derecho, viéndose obligado a regresar a Inglaterra para recuperarse.
Ansioso por volver al mar, recibió el mando del HMS Vanguard de 74 cañones, nombrando a Edward Berry, su capitán de bandera. Las actividades francesas en el mediterráneo suscitaron preocupación al Almirantazgo, pero desconociendo el destino de las tropas reunidas por Napoleón, y Nelson, el 28 de marzo de 1798, zarpó hacia Tolón para reconocer las actividades francesas. Tras volver a cruzar el Mediterráneo, en su búsqueda de los franceses, finalmente descubrió la flota francesa en la bahía de Abukir el 1 de agosto de 1798.
Nelson se preparó de inmediato para la batalla, pero encontró a los franceses anclados en una posición fuerte, y con una potencia de fuego mayor que la suya, por lo que no esperaban que atacaran. Pero la flota inglesa avanzó atacando a los barcos franceses uno por uno. Nelson se enfrentó al HMS Spartiate, y aproximadamente a las 08:00, estando junto a Edward Berry en el alcázar, un disparo francés le dio en la frente. Sintiendo que iba a morir, gritó: «Estoy muerto. Recuérdame a mi esposa». El cirujano declaró que la herida no era grave y le aplicó un vendaje temporal. La flota francesa, entre tanto, había comenzado a rendirse. La Batalla del Nilo fue un duro golpe para las ambiciones de Napoleón en el este, ya que su flota había sido destruida.
Regresó Nelson a Palermo en agosto y, al mes siguiente se convirtió en el oficial superior en el Mediterráneo, ya que el sucesor de Jervis, lord George Elphinstone, primer vizconde de Keith partiera para perseguir a las flotas francesa y española hacia el Atlántico. En junio, partió de Malta hacia Livorno, de donde partió hacia Florencia y, posteriormente, a Inglaterra, donde fue designado segundo de John Jervis al mando de la Flota del Canal. Ascendido a vicealmirante el 1 de enero de 1801. El 29 de enero de 1801, Emma dio a luz a su hija, Horatia.
El 2 de abril de 1801, avanzó hacia Copenhague, entablando batalla, que empezó mal para los británicos, por el intenso fuego de las baterías costeras danesas. La batalla duró tres horas, dejando a ambas flotas dañadas. Finalmente, Nelson, envió una carta al comandante danés, el príncipe heredero Federico pidiéndole una tregua, que éste aceptó, y Nelson se trasladó a Copenhague al día siguiente para iniciar las negociaciones. El resultado fue un armisticio de 14 semanas. y Nelson se convirtió en comandante en jefe en el mar Báltico. Mientras tanto, en Francia, Napoleón estaba acumulando fuerzas para invadir Gran Bretaña. Tras un breve período en Londres, se le encargó la defensa del Canal de la Mancha para evitar la invasión. En mayo de 1803, volvió a estallar la guerra y se preparó para regresar al mar. Fue nombrado comandante en jefe de la Flota del Mediterráneo y recibió el mando del HMS Victory de primera categoría como su buque insignia.
En enero de 1805 la flota francesa, al mando del almirante Pierre-Charles Villeneuve, escapó de Tolón, eludiendo el bloqueo británico. Nelson comenzó su persecución, hasta que se enteró de que los franceses habían llegado a Tolón. Villeneuve logró escapar por segunda vez en abril, logrando pasar por el Estrecho de Gibraltar hacia las Indias Occidentales, a donde les persiguió Nelson. La flota francesa fue interceptada por una los británicos mandados por sir Robert Calder, entablándose la Batalla del Cabo Finisterre, de donde logró llegar a Ferrol con pérdidas menores.
El Victory se unió a la flota británica frente a Cádiz el 27 de septiembre, donde Nelson reemplazó al contralmirante Collingwood. Pasó las siguientes semanas preparándose para la batalla. Había ideado un plan de ataque que quiso fuera comprendido por el resto de los oficiales a su mando. Y así doy paso al siguiente enlace, donde relato el trascendental combate de Trafalgar. En dicho combate, como hemos podido leer, Nelson fue muerto. Su cuerpo fue colocado en un barril de brandy mezclado con alcanfor y mirra, que luego fue amarrado al palo mayor del Victory, que fue remolcado a Gibraltar después de la batalla. A su llegada, el cuerpo fue trasladado a un ataúd revestido de plomo lleno de aguardiente de vino. El rey Jorge III, al recibir la noticia, dijo entre lágrimas: “Hemos perdido más de lo que hemos ganado". El ataúd fue llevado al Almirantazgo, y el 9 de enero, una procesión fúnebre compuesta por 32 almirantes, más de un centenar de capitanes y una escolta de 10 000 soldados llevó el ataúd desde el Almirantazgo hasta la Catedral de San Pablo.
Ramón Martín
Como buenos amantes de la historia nos ha encantado esta entrada, desconocíamos lo de la mujer y lo del traslado del cádaver. Felicidades por el post! Saludos!
ResponderEliminarMuchas gracias.
ResponderEliminarNo conocía la historia de Nelson que he leído gratamente. Excelente entrada. Un placer leerte. Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario.
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