Miguel Ligero Rodríguez

 

Nacido en Madrid, el 21 de octubre de 1890. Sus comienzos en la escena son en una compañía teatral infantil, haciendo su debut en el Teatro El Dorado de Madrid. En 1917 ya figuraba como primer actor cómico en la compañía de Enrique Lacasa, interpretando papeles de galán de género chico y revista. En 1926 hizo su debut en el cine, con una película muda dirigida por Arturo Caballero: Frivolinas; pasando a trabajar, en 1930, para los estudios Paramount en Joinville (Francia). En 1931 se trasladó a Hollywood, a la Fox, para intervenir en cuatro películas, regresando a España dos años después para protagonizar, con gran éxito: El novio de mamá, en 1933; La hermana San Sulpicio, en 1934; Nobleza baturra, en 1935; y Morena Clara, en 1936, todas ellas compartiendo cartel con Imperio Argentina, y dirigidas por Florián Rey; y Susana tiene un secreto, en 1933; Crisis Mundial, en 1934; y Rumbo al Cairo, en 1935, dirigidas por Benito Perojo. En esta época encarnó personajes llanos y castizos, además de un inolvidable don Hilarión en la versión cinematográfica de La verbena de la Paloma, estrenada en 1935, el sainete lírico de Ricardo de la Vega y Tomás Bretón.

Declarada la Guerra Civil se traslada a Alemania, rodando El Barbero de Sevilla en 1938 y Suspiros de España, en 1938, junto a la actriz Estrellita Castro, y, tras su paso por Italia, regresó a España en 1941. Comienza una segunda etapa, donde encarna con éxito el personaje de Pepe Conde en la película del mismo título; una segunda entrega, El crimen de Pepe Conde, en 1946, ambas de José López Rubio; y, como protagonista en los filmes de Florián Rey La luna vale un millón, de 1945, La cigarra, en 1947 y Cruz de mayo, en 1954.

Se casó con la actriz chilena Blanquita Pozas y adoptaron un hijo. Con el paso de los años, su carrera fue declinando; aunque, todavía participó en sendos remakes de sus dos mayores éxitos, La verbena de la Paloma, en 1963, dirigida por José Luis Sáenz de Heredia, y Nobleza baturra, en 1965, por Juan de Orduña. Se retiró poco antes de su muerte, acaecida en Madrid el 26 de enero de 1968.

Quiero dedicar aquí un excepcional trabajo de nuestro protagonista en la Verbena de la Paloma, en la película dirigida por José Luis Saénz de Heredia en 1963.

Ramón Martín