Marcos Redondo Valencia
Nacido en Pozoblanco
(Córdoba), el 24 de noviembre de 1893. Fue un cantante de ópera y zarzuela,
considerado uno de los más importantes del siglo XX, no sólo por su larga
carrera y por la intensa actividad que desarrolló, sino sobre todo por sus
excelentes cualidades artísticas. Marcos Redondo poseía una voz de barítono
potente, casi de tenor, que manejaba a su antojo. Empezó a cantar de niño en el
coro de la catedral de Ciudad Real, adonde le llevaron a vivir con sus
abuelos tras morir su padre. En el Teatro Circo de dicha ciudad realizó
sus primeras actuaciones, cantando romanzas de ópera y zarzuela. Ya en Madrid,
ingresó en el Conservatorio recibiendo clases de Ignacio Tabuyo, al
mismo tiempo que ganaba algún dinero como cantor de Iglesia. En 1915 participó
con un papel secundario en una Traviata representada en el Teatro
Real, y con esta misma obra se presentó en 1919 en el Gran Teatro de
Madrid con la parte de Germont. El mismo año se desplazó a Italia para dar
una serie de conciertos que comenzó con La forza del destino.
En 1923 debutó en el Liceo
de Barcelona, con Manon Lescaut, de Puccini; para entonces
ya había alcanzado un cierto renombre en la ópera, reafirmado con una nueva
gira por Italia y otra en México y Cuba. De su repertorio operístico también
destacaron La favorita, Los Payasos, Il piccolo
Marat y una Carmen junto a Conchita Supervia y
Antonio Cortis. En 1924 pasó a cantar zarzuela convencido por el
empresario José Gisbert, en principio durante sólo tres meses, pero su
debut con El dictador en el Teatro Novedades supuso un éxito
total, y desde entonces, paso a ser una de las figuras indiscutibles del
género, a la altura de Sagi Barba o Luis Almodóvar. Fue
especialmente aclamado con La calesera, en homenaje a su autor Francisco
Alonso. Entre sus estrenos, destacan varias obras emblemáticas del maestro Sorozábal: Katiuska,
en 1931, en el Teatro Rialto de Madrid acompañado por Conchita
Panadés; La tabernera del puerto, en 1936, en el Tívoli de
Barcelona; y Black el payaso en el Teatro Coliseum de
Barcelona, en 1942. También estrenó El cantar del arriero, de Díaz
Giles, con Selica Pérez Carpio, y El gaitero de Gijón, de Romo,
entre otras.
Se retiró en 1957
cantando La parranda en Madrid y La dogaresa en
Barcelona, junto a los integrantes de la agrupación lírica que llevaba su
nombre. Falleciendo en Barcelona el 17 de julio de 1976.
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