Mauro Giuliani

 


Nacido en Bisceglie (Italia) el 27 de julio de 1781, era hijo de Michele Giuliano y Antonia Tota, una familia adinerada. Su hermano, Nicola, fue compositor de ópera y profesor de canto en San Petersburgo. Mauro y su hermano estudiaron violonchelo y guitarra francesa con Gaetano Lucci, participando en varios conciertos y publicando sus primeras obras.

Como en Italia la música instrumental no era tan apreciada como la vocal, en 1806, Mauro se mudó a Viena junto a su esposa e hijo, permaneciendo en ella hasta 1819. En Viena —capital de la música europea—, Giuliani pronto destacó como un virtuoso de la guitarra, un instrumento considerado marginal, reservado para el ocio amateur. En 1808 interpretó el primer gran concierto para guitarra y orquesta op.30, una composición brillante y heroica, muy del gusto napoleónico del momento.

Giuliani realizó numerosos conciertos benéficos en Viena, actuando como solista o integrando en varios grupos, a los que Beethoven asistirá con asiduidad. No solo fue aumentando la imagen de la guitarra, instrumentándose, en la música de cámara, sino que abrió un próspero camino a la edición y consumo amateur. El "Paganini della chitarra", como fue rebautizado, se hizo muy famoso, ganándose la estima del propio Paganini, así como de Rossini, Moscheles y Beethoven.

En Viena produjo más de un centenar de composiciones, pero, a pesar del éxito, se separó de su esposa, tuvo una hija ilegítima y contrajo numerosas deudas, por lo que tuvo que abandonar la ciudad y regresar a Italia en 1819. Una vez en Italia, dio un concierto en Trieste, y otros en algunas ciudades del Norte. Entre 1820 y 1823, se estableció en Roma, trasladándose luego a Nápoles, donde pasó los últimos años de su vida.

Durante su carrera, igual que otros guitarristas, no se limitó a la composición y al concierto, sino que fue uno de los maestros más prestigiosos, teniendo como estudiantes personajes de prestigio como la emperatriz María Luisa, segunda esposa de Napoleón Bonaparte, que le regaló la guitarra lira que Napoleón le encargó, así como el título de músico de la corte, y un caballero de la azucena.

A los días de su muerte, el obituario se publicó en el periódico del Reino de las Dos Sicilias, informando al público. Su fama permaneció viva durante mucho tiempo, tanto en Francia como en Inglaterra. Giuliani, junto con el español Fernando Sor, construyeron la nueva imagen de la guitarra, haciendo que compositores der la talla de Paganini y Diabelli se interesaran por ella, dejando obras muy interesantes para este instrumento.

 


Como muestra de las obras del maestro Giuliani, os traigo una compilación de guitarra clásica. VER AHORA


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