Pedro Lavirgen Gil

 


Nace en Bujalance (Córdoba), el 31 de julio de 1930 del matrimonio formado por Antonio Luis Lavirgen Martínez y Marcelina Gil Romero. Desde temprana edad es notoria su disposición hacia la música. Fue internado, durante tres años, en el hospital de Hermanos de San Juan de Dios de Córdoba, formando parte del coro, aunque también influyo en su amor por el canto, la formación por parte del párroco de Bujalance, don Ladislao Senostaín, de un coro, del que le convierte en solista. Terminado el bachillerato, obtiene el título de maestro nacional y se traslada a Madrid donde, además de impartir sus clases, se presenta al examen de acceso al Coro de Cámara de Radio Nacional de España. Tras alternar su trabajo docente con el canto, decide abandonar la escuela, integrándose en el coro del Teatro de la Zarzuela, actividad que compagina con sus estudios de música en el Conservatorio y arte escénico en la Escuela Superior de Arte Dramático. Por esa época, conoce a don Miguel Barrosa, antes tenor muy apreciado en Italia, y en la actualidad maestro de canto, que es el que completa su formación como cantante.

Se presenta como tenor solista en 1959 en Zaragoza, con Marina, con un buen éxito. En 1964, canta diversas zarzuelas y, ese mismo año, José Tamayo, lo contrata como primer tenor para la Compañía Lírica Amadeo Vives. Hace su entrada en el mundo de la ópera interpretando Aida en el Teatro Bellas Artes de México, con Antonietta Stella y Robert Merrill y posteriormente, se presenta en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona con Carmen. En el Liceo actúa durante diecinueve temporadas consecutivas, estableciendo un récord no igualado por ningún cantante. Triunfa con Pagliacci en la Staatsoper de Viena, con Tosca en el Metropolitan de Nueva York, con Turandot en La Scala de Milán, en la que había debutado el 1 de febrero de 1976 con Aida. Destaca en los papeles apasionados y dramáticos, como el de don José en la ópera de Bizet, papel con el que se presentó en 1975 en el Covent Garden de Londres. En 1976, canta por primera vez el Otelo de Verdi en Mahón. Tras interpretar Tosca y Turandot en Viena, viaja a Venezuela, para iniciar la temporada de ópera del Teatro Municipal de Caracas, interpretando El trovador. Pero la función no pudo representarse, ya que el tenor fue secuestrado junto al director de la función, Michelangelo Veltri, y la mujer de este, por un grupo encabezado por el chófer que los llevaba al teatro. Afortunadamente, todo terminó en un susto, pues los secuestradores les acabaron liberando.  



A lo largo de su carrera ha sido merecedor de innumerables galardones: los Premios Nacionales de Teatro de 1963 y 1972, la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid en 1967, la Medalla de Oro del Círculo de la Ópera de México en 1965, la del Gran Teatro del Liceo de Barcelona en 1969, el Verdi de Oro en 1973 y el Jussi Biörlin de Módena en 1977. En 1993, ya prácticamente retirado de los escenarios, desempeñó la cátedra de canto en el Real Conservatorio de Madrid.


Pedro Lavirgen interpretando Granada.


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