Julia Farnese

Amante del Papa Alejandro VI 



Probablemente nació en Capodimonte el año 1475, una fortaleza situada en el lago de Bolsena, era hija de Pier Luigi I Farnese, señor de Montalto Di Castro, y Giovannella Caetani. Tuvo dos hermanos mayores: Ángelo y Alessandro; este último ascendió al trono papal en 1534 bajo el nombre de Pablo III. Nada se sabe sobre su educación, aunque por entonces era muy modesta para las mujeres de los señores del campo, como eran los Farneses.

El 12 de diciembre de 1484, Murió su padre, y su madre consideró oportuno realizar el acuerdo, a que habían llegado años antes, con el cardenal Rodrigo Borja, sobre el compromiso Julia con Orsino Orsini, sobrino del cardenal. El compromiso matrimonial se celebró en Roma el 20 y 21 de mayo de 1489, en la residencia del cardenal español Rodrigo Borja, que sería elegido papa, tres años después, con el nombre de Alejandro VI. Julia tenía 15 años y Orsino 17. El novio estaba ciego de un ojo y era una persona aburrida e insignificante. La boda real tuvo lugar el 9 de mayo de 1490, en Roma.

Julia, como era su deber, se instaló, junto a Orsino en el feudo de Bassanello. Se ignora si, en la fecha de la boda, ya era la amante de Rodrigo Borja, un hombre muy propenso a la sensualidad y que ya había tenido cuatro hijos con su amante Vannozza Cattanei. El matrimonio, en opinión de algunos, habría sido una pantalla para la relación, un pacto entre la suegra Adriana de Mila y el cardenal, que permitiría un avance conspicuo de Orsino. Pero, en realidad, no hay nada que documente el comienzo de dicha relación. Todo son conjeturas. Tampoco se sabe si la hija, Laura Orsini, nacida el 30 de noviembre de 1492, era de Orsino o Rodrigo. Lo cierto es que, Alessandro Farnesio, trató de encontrar un marido para ella, fingiendo ser la hija del papa. Alejandro VI, sin embargo, aunque siempre fue muy generoso con sus hijos, hizo muy poco por Laura.

La relación entre Julia y Alejandro VI, comienza en 1493, cuando encontramos a Julia en Roma, lejos del marido, instalada en el Palacio del cardenal Giovan Battista Zeno en Santa María in Portico —cerca del Vaticano—, junto con la hija del papa, Lucrecia Borja, bajo la protección de su suegra Adriana de Mila. Allí recibe a los que piden gracias al Papa; en particular para obtener un beneficio eclesiástico a Lorenzo Pucci, cuñado de su hermana Girolama, que será cardenal y fechador papal. El 20 de septiembre de 1493 Alessandro Farnese fue nombrado cardenal, y para burlarse de él, por la forma de llegar al cargo, se le pondrá el apodo de "Cardenal fregnese". Por su parte Adriana de Mila y Orsino Orsini obtuvieron los feudos de Carbognano y Vignanello.

Julia ya era la amante reconocida del papa. Lo que debería haber sido una simple historia de cama, fue una pasión senil obsesiva, que duró durante mucho tiempo, alimentada por el deseo y unos celos morbosos y delirantes: el Papa Alejandro llegó a amenazarla con la excomunión si se alejaba de él.

El 12 de junio de 1493, tuvo lugar el compromiso matrimonial entre Lucrecia y Giovanni Sforza, señor de Pesaro, y el matrimonio un año después, debido a varios impedimentos. Pocos días después de la consumación, los recién casados parten para Pesaro; Julia y Adriana de Mila los acompañan y permanecen con ellos durante algunas semanas, aunque el Papa está impaciente por tenerla de vuelta y urge su regreso. Las tropas del rey de Francia Carlos VIII, invadieron Italia en la primavera, reclamando el Reino de Nápoles. Preocupado por la seguridad de su amada, el Papa le ordena que regrese. Pero, llega la noticia de que Ángelo Farnese, hermano de Julia, esta grave en La Rocca di Capodimonte. Desafiando la ira papal, Julia sale para ir a su encuentro, pero al llegar el 12 de julio Ángelo ha muerto. La situación es abordada por el Borja a su manera habitual: con arrogancia escribió palabras duras contra ella y contra Adriana, cartas venenosas contra todos los interesados, incluido el cardenal Alessandro Farnese, y el mismo Orsino, llegando a amenazarlos con la excomunión y confiscación de sus bienes, si se oponía a su voluntad.


Con la llegada del otoño la situación parecía precipitarse: a la insistencia amenazante del papa exigiendo el regreso de Julia, se añadieron las recriminaciones y amenazas de Orsino que exigía el regreso de su esposa a Bassanello. Las amenazas tuvieron exito, y Julia, su suegra y su hermana Girolama emprendieron el viaje de regreso a Roma. Pero, a pesar de ir escoltadas por treinta caballeros enviados por el Papa, fueron interceptados por una vanguardia del ejército francés. Los treinta caballeros no ofrecieron ninguna resistencia. Los franceses pensaron sacar el máximo provecho, exigiendo un rescate de tres mil ducados. El Papa movió todos los peones diplomáticos y, gracias al interés personal de Carlos VIII, las tres damas reanudaron el viaje a Roma escoltadas por un verdadero ejército. Entraron en Roma el 1 de diciembre y, Julia pasó la noche en el Vaticano, siendo perdonada por su insolencia por el amoroso Pontífice.

Las noticias del avance de Carlos VIII era cada vez más preocupantes y el miedo se adueñaba de Roma. El Papa no tenía intención de abandonar la Santa Sede, aunque muchos se lo sugirieron. Julia temía por su vida y por la de su hija y solo quería salir de Roma lo antes posible. Se dirigió a su hermano Alexandro pidiéndole ayudara para organizar una salida de la ciudad. Dos semanas antes de la llegada de Carlos VIII, Julia dejó Roma sin el consentimiento del papa. Desde entonces, Alejandro VI nunca volvería a ver a su amada.

No se sabe a dónde fue Julia tras la fuga. Es posible que se reuniera con su marido en Bassanello, o que se refugiara directamente en el Castello di Carbognano, donde la encontramos unos años más tarde. Se sabe que en el año 1500 murió Orsino, en Bassanello, siendo sus posesiones heredadas por Laura. Encontramos a Julia, hacia finales de 1503, ya que el 18 de agosto de ese año el Papa Alejandro había muerto y la ruina comenzaba a caer en la familia Borja. Tras el breve pontificado de Pío III, que murió un mes después de la elección, el cónclave eligió al Papa Giuliano della Rovere, que tomó el nombre de Julio II. Julia regresó a Roma para acordar una fructífera boda para su única hija.

La estrella de la Casa Della Rovere estaba en su apogeo y Julia entendió la oportunidad de un matrimonio con esta Casa. Las negociaciones tuvieron exito, y el 15 de noviembre de 1505, Laura Orsini, con trece años, se casó con Niccolò della Rovere, hijo de una hermana del pontífice. El año 1506, Julia asumió el gobierno de Carbognano, el feudo donado a Orsino por Alejandro VI. Julia se instaló en el castillo de la ciudad. Las crónicas cuentan que era una hábil administradora y mantenía el gobierno con mano firme. Mientras, en Roma su hermano continuó en su brillante carrera eclesiástica.

Para Julia el tiempo del amor no había terminado. En 1509 se casó con Giovanni Capece Bozzuto, hijo del señor de Afragola, noble napolitano. Más en octubre de 1517 enviudó por segunda vez, permaneciendo en Carbognano hasta 1522, cuando regresó a Roma, para pasar sus últimos años. El 23 de marzo de 1524, en el Gran Palacio del cardenal Alessandro, Julia Farnese murió por causas desconocidas. 

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