Fernando de Magallanes

    Fue un navegante y militar, nacido en Ponte da Barca u Oporto en 1480, miembro de la nobleza portuguesa, Era hijo de Rui de Magallanes y de Inés Vaz Moutinho, Rui fue caballero de la casa de don Alfonso, conde de Faro y alcalde mayor de Estremoz, fue alcalde de Aveiro y ejerció de juez ordinario, procurador de cámara y concejal en Oporto.

    Con diez años, Magallanes, entró a servir como paje en la corte de la reina Leonor de Viseu, consorte de Juan II de Portugal. Estudió náutica y cartografía en Lisboa, En marzo de 1505, se alistó en la Armada de la India, en la enviada para instalar a Francisco de Almeida como primer virrey de la India. Allí permaneció ocho años, participando en varias acciones militares, siendo herido en la batalla naval de Cananor. En 1509 partió en la primera expedición a Malaca mandada por Diogo Lopes de Sequeira, donde fueron víctimas de una conspiración, terminando la expedición en fuga, dejando atrás diecinueve prisioneros.

    Magallanes, tras participar en Marruecos en la batalla de Azamor, fue acusado de comerciar ilegalmente con los moros; algunas acusaciones fueron comprobadas. De regreso a Lisboa, se dedicó a investigar junto al cosmógrafo Rui Faleiro una ruta hacia las Molucas por el Atlántico Sur, y que estas estuviesen en la zona española definida en el Tratado de Tordesillas.

    Manuel I debido a los informes desfavorables tras la expedición a Marruecos, decidió rechazar el proyecto del marino para explorar nuevas rutas que le llevara a las fuentes de suministros de las especies, por un camino mas corto. Cansado de esperar y decepcionado, Magallanes decidió probar suerte, ante el nuevo monarca español, Carlos I. Por este motivo se trasladó a Sevilla, a donde llegó en 1517, junto a Rui Faleiro. Allí encontró en Juan de Aranda, el factor de la Casa de Contratación sevillana, un aliado importante para su proyecto; contando con la influencia de Juan Rodríguez de Fonseca, obispo de Burgos, consiguieron la aprobación del rey Carlos I. Durante su estancia en Sevilla, conoció al importante oficial sevillano Diogo Barbosa y María Caldeira, amistad de la que surgió su matrimonio con la hija de éste Beatriz Barbosa, de cuyo matrimonio nacerá un hijo varón, Rodrigo.

    Magallanes estaba convencido de la existencia de un paso al sur de la costa sudamericana, que llevaría a la India por occidente. Este paso ya había sido buscado por una expedición castellana, al mando de Juan Díaz de Solís, que acabó en un tremendo fracaso. Encontrar esa ruto era de vital interés para la Corona Española, ya que la costa africana estaba bajo el control de Portugal, su rival en el comercio de especias.

    Tras jurar fidelidad a Carlos I, ya que no podía obtener la nacionalidad española, por los cambios producidos a raíz de la llegada de gran cantidad de extranjeros, que acompañaban al rey; logró Llevar su proyecto al monarca español, quien se mostró interesado y puso a la disposición de Magallanes, cinco naves: Trinidad, San Antonio, Concepción, Victoria y Santiago, con una tripulación de unos 250 hombres.

    El 22 de marzo de 1518, el rey nombra almirantes a Magallanes y Faleiro para que partan en la búsqueda de las islas de la especiería, al tiempo que los eleva al grado de comendadores de la Orden de Santiago y les otorga un conjunto de privilegios:

    El monopolio de la ruta descubierta por el término de diez años.

El nombramiento como gobernadores de las tierras e islas que encontrasen, con el cinco por ciento de las ganancias netas que resultasen.

Una vigésima parte de las ganancias del viaje.

El derecho a retener mil ducados sobre los próximos viajes, pagando solo cinco por ciento sobre el excedente.

La concesión de una isla a cada uno, excepto de las seis más ricas de las cuales no recibirían más que una decimoquinta parte.

    Comenzaron los preparativos para el viaje, plagados de incidentes: insuficiencia de fondos, maniobras del rey de Portugal, desconfianza de los castellanos hacia Magallanes, sin olvidar el difícil carácter de Faleiro. El mercader Cristóbal de Haro suministró una parte de los fondos.

 

    La flota zarpó de Sevilla el 10 de agosto de 1519, no haciéndose a la mar hasta el 20 de septiembre, tras un intento portugués de sabotear el viaje. La flota, tras pasar por el archipiélago de las Canarias, siguió viaje hasta la costa del Brasil, doblando luego hacia el sur, pasando el invierno en la bahía de San Julián, Patagonia. El 21 de octubre de 1520 accedieron al estrecho que Magallanes bautizó como “estrecho de Todos los Santos”, y que hoy lleva su propio nombre. Este estrecho les permitió rodear el continente americano y llegar a un océano de aguas tranquilas (que recibiría más tarde el nombre de océano Pacífico).

    Siguieron rumbo norte, bordeando la costa de la actual Chile para virar luego al noroeste hacia las islas Marianas (que bautizaron como Islas de los Ladrones), a donde llegaron en pésimas condiciones, y donde pudieron reabastecerse. Exploraron otras islas del actual archipiélago de Filipinas. En una de estas, Mactán, Magallanes cayó herido de muerte en un enfrentamiento con los indígenas. A partir de aquí se hizo cargo del mando de la expedición Juan Sebastián Elcano, que llegó con una sola nave la Victoria, a Sevilla, con tan solo 18 hombres.