Domingo Moriones Larraga
Nació en Valtierra (Navarra), el 31 de julio de 1883. Era hijo de Teófilo Moriones Salvatierra y de Eugenia Larraga Moreno y nieto del general y gobernador de las Filipinas Domingo Moriones Murillo.
Militar de carrera, en 1934 durante el estallido de la Revolución de Asturias ocupaba el puesto de gobernador militar de Gijón, tomando parte en la represión que se produjo para sofocarla. Durante el golpe de Estado que tuvo lugar entre el 17 y 18 de julio de 1936, estaba destinado en el Regimiento de Ferrocarriles con el rango de teniente coronel, en ese puesto se mantuvo fiel a la República, pasando a liderar una columna miliciana en Somosierra, donde participó durante las primeras semanas de la contienda en los combates por controlar Somosierra y Guadarrama. A comienzos del año 1937 estaba al mando de la 2.ª División, la cual guarnecía el frente de Somosierra, siendo, meses después, nombrado comandante del I Cuerpo de Ejército. Al mando de cuya formación participó activamente en la fallida ofensiva de Segovia, donde pretendía tomar la ciudad y adentrarse en la retaguardia de la Zona nacional, en dirección a Valladolid. En 1938 fue ascendido a general y nombrado comandante del Ejército de Andalucía. El 16 de febrero de ese año, asistió a una reunión celebrada en el Aeródromo de Los Llanos (Albacete), entre el presidente del gobierno, Negrín, y los principales dirigentes militares republicanos, a la que también asistieron los generales Menéndez, Miaja, Escobar, Matallana y el almirante Buiza, comandante de la Marina republicana. En ella se expuso la necesidad de negociar con Franco el final de la guerra, en vista de la pésima situación militar de la República. Moriones estuvo de acuerdo con otros militares en la necesidad de poner fin a la guerra lo más rápido posible, puesto que este grupo de militares sostenía que el Ejército Popular no estaba en condiciones de seguir combatiendo. En marzo de 1939, cuando se produjo el golpe de Estado del coronel Casado, Moriones lo apoyó junto con todo el Ejército de Andalucía bajo su mando, a pesar de lo cual fue rápidamente sustituido por otro oficial de la confianza de Casado, Francisco Menoyo Baños.
Al finalizar la guerra fue condenado a muerte, pena que le fue conmutada por la de treinta años de reclusión. Finalmente, pasó diez años en prisión, murió 13 de febrero de 1964, ostentando el título de marqués de Oroquieta, que heredó su hermana Máxima.
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Ramón Martín




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