Mariano José de Larra y Sánchez de Castro
Nacido
en Madrid el 24 de marzo de 1809 en la calle de Segovia. Sus padres fueron
Mariano de Larra y Langelot y su segunda esposa, María de los Dolores Sánchez
de Castro, en el seno de una familia que tuvo que emigrar a Burdeos en 1813,
acompañando a las tropas napoleónicas, ya que su padre era sospechoso de
afrancesamiento, debido al cargo ejercido de cirujano militar al servicio de José Bonaparte. La familia pudo regresar a
Madrid tras la amnistía decretada en 1818 por el rey Fernando VII, convirtiéndose su
padre en médico personal del hermano del rey. Larra estudió medicina en Madrid,
no llegando a terminar la carrera. En 1825 se trasladó a Valladolid para estudiar
derecho, estudios que continuaría en Valencia. Por esta época se enamoró de una
mujer, la cual resultó ser la amante de su padre. Una dura experiencia para él.
Durante los años en que residió en Francia,
fueron el origen de su sentido crítico con la realidad de España. Sus artículos
publicados, mensualmente, en El Duende Satírico del Día, y que firmaba
con el seudónimo «el Duende», le dieron pronta fama como periodista. Posteriormente
—agudo observador de las costumbres y de la realidad social, cultural y
política—, publico, con el seudónimo de Juan Pérez de Munguía, en su
revista satírica El Pobrecito Hablador. Aunque ambas publicaciones
fueron prohibidas por la censura.
En 1829 casó con Josefa Wetoret. Un matrimonio
desgraciado que acabó en separación. En 1833 inició una nueva etapa en la Revista
Española y El Observador, con el seudónimo de Fígaro, donde
además de sus artículos costumbristas, publicó crítica literaria y política aprovechando
la relativa libertad de expresión propiciada por la muerte de Fernando VII. De
esta época son famosos sus artículos Vuelva usted mañana, El castellano viejo, Entre qué gentes estamos, En este país y El casarse pronto y mal,
entre otros. En 1834 publicó la novela histórica El doncel de don Enrique el
Doliente y estrenó, en una nueva faceta teatral, Macías, ambas basadas en la trágica vida del poeta
medieval Macías el Enamorado y sus amores adulterinos, argumento que, de
alguna manera, reflejaba la relación adúltera que en aquellos momentos mantenía
Larra con Dolores Armijo.
En 1835 emprendió un viaje por Portugal,
Londres, Bruselas y París. Allí conoció a Victor Hugo y a Alejandro Dumas. Ya de
regreso a Madrid, trabajó para los periódicos El Redactor General y El
Mundo. Fue una época en que, la preocupación política, era tema dominante
en sus escritos; a causa de lo cual, Larra decidió intervenir en la política
activa a favor de los conservadores, llegando a ser elegido diputado por Ávila,
en 1836, aunque por causa del Motín de La Granja no pudo tomar
posesión del mismo. Su creciente desaliento e inconformidad ante los males de la
sociedad española y el dolor producido por su separación definitiva de Dolores Armijo
quedaron reflejados en su escrito El día de difuntos de 1836,
que fue publicado en El Español, en el que tras su ironía habitual, se
podía entrever un hondo pesimismo. Tras una nueva discusión con Dolores Armijo,
se suicidó de un pistoletazo en su domicilio, el 13 de febrero de 1837, con veintiocho
años.
Aunque no compartió los postulados literarios
del romanticismo, su agitada vida y su muerte lo acercan a los ideales y
modelos románticos.
Ramón Martín
Interesante post sobre este escritor que marcó y describió una época de triste recuerdo para este país , con ciertas malas costumbres que nos definieron y/o definen.Gracias por compartir! 😉Saludos!! 🙋♂️🙋♀️
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