Alba de Vic

Recreación de Alba de Vic por Oriol Malet

Su nombre real era Alba Guibert, y ha pasado a la historia por ser la primera mujer, en escribir en catalán. Su vida se desarrolla en el siglo XI, en el seno de una familia, cuyo padre, Guibert, era un gramático considerado adelantado a su época. Él fue el encargado de enseñar a leer y a escribir a los tres hijos y tres hijas, habidos del matrimonio con Guilla. La familia tenía una posición acomodada, y Alba casó con Jobert, con el que tuvo seis hijos, tres hembras y tres varones. El matrimonio y sus hijos vivían en la parroquia de Santa Eulàlia de Riuprimer.

Alba de Vic aún no escribía en catalán, ya que por aquel entonces los documentos se redactaban en latín. La alfabetización era muy escasa, y aún más entre las mujeres, dándose el caso de que muchas personas estaban, lo que podríamos llamar: semialfabetizados; es decir, que habían aprendido a leer, pero no a escribir: Estas personas podían leer un documento, pero cuando tenían que firmarlo, lo hacían poniendo un punto bajo su nombre, que había sido escrito, anteriormente, por otra persona. 

La gran importancia que tiene Alba de Vic, le viene dado porque es la primera mujer de quien tenemos constancia que escribe un documento con validez legal. Este documento está fechado el 16 de abril de 1044, y se trata de una escritura de compra que hizo junto a su marido. En el quiso hacer constar que lo había escrito de su puño y letra. Por entonces, debía tener unos 30 años. El documento tiene un valor añadido: al estar escrito en latín, Alba, usa algunas palabras catalanas, a medida que las necesita, puesto que, por entonces, aunque las partes formales de un documento se escribían en latín, las partes que se necesitaba que quedaran suficientemente claras, en cuanto a lo que se hacía referencia, se empezaron a escribir en catalán.

Nos asalta la duda, de en donde pudo Alba adquirir esos conocimientos. Pues, parece ser que en las postrimerías del siglo X debió de llegar a la diócesis de Osona un joven gramático —su padre, Guibert—, procedente de Lieja. Allí se encontró tan cómodo, que tomo a Guilla, en matrimonio, fundando una familia que habría de ser numerosa. Allí Guibert ejerció el magisterio en la escuela diocesana de Vic, junto al canónigo Ermenir Quintilà, un excelente calígrafo.

De los seis hijos de Guilla y Guibert, destacaron dos: Berill, que sucedería a su padre en la dirección de la escuela de gramática de la catedral de Vic, de donde era canónigo. Y la otra es Alba, de la cual, a diferencia de su hermano, de quien hay numerosa documentación, solo se conserva el documento referido anteriormente. Un documento con el suficiente valor, para poder conocer a esta mujer catalana que tuvo la fortuna de aprender a leer y escribir en latín, además de poseer una bella caligrafía. Alba de Vic es la primera y única mujer escribana catalana profesional del siglo XI. 

 Ramón Martín 

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