Guillaume de Machaut
Nacido entre 1300 y
1305, en 1323 entró como secretario en el séquito del rey de Bohemia Juan de
Luxemburgo, con el que recorrería toda Europa. En 1337 —ya canónigo—,
se hizo cargo de Nuestra Señora de Reims, donde pasaría los últimos años
de su vida, dedicado a componer más de ciento cuarenta obras musicales. Tras la
muerte de Juan de Luxemburgo y su hija Bonne, entró al
servicio de Carlos el Malo, rey de Navarra, aunque
en 1357 volvió a unirse a los hijos menores de Juan. Con sesenta años
inició una relación con una joven de dieciocho, que pudo inspirarle el
relato Le Voir Dit, que daría lugar a la creación de numerosas
piezas musicales.
Guillaume fue en su
época, un maestro considerado por otros compositores y hombres de letras, gracias
al cuidado que dedicó en la edición y difusión de sus composiciones. Este
cuidado dio lugar a que se pudieran conservar muchas de sus obras. Los
manuscritos que contienen su obra, no se limitan así a recopilar sus
composiciones musicales, sino que constituyen una muestra del arte caligráfico
y de la excelencia de sus miniaturas.
Machaut dedicó su
talento a componer obras sobre textos profanos, aunque también compuso obras para
los servicios religiosos, entre las que destaca su famosa Misa de Nôtre
Dame, o Misa de Machaut, que debió ser tan celebrada que se
seguía interpretando en el siglo XV, una vez muerto el compositor.
En cuanto a su música
profana, cultivó todas las formas existentes en la música secular del siglo
XIV. La obra de Guillaume de Machaut está formada por composiciones monódicas y
polifónicas, si bien estas últimas resultan son más numerosas. En todo caso, no
queda claro, en qué casos, fueron escritas con el propósito de que se interpretaran
asignando cada parte a un cantor, o bien si podía interpretarse en forma de
canción monódica acompañada de instrumentos, interpretando, cada uno, una de
las líneas de la trama polifónica. Al conservarse diferentes versiones de
algunas de sus piezas, se observa que, el número de voces varía;
interpretándose que, las partes o voces, se añadían u omitían según el número
de cantores o instrumentos.
En cuanto a la
evolución de las formas profanas típicas del rondeau y
la ballade, que disfrutaron de una gran tradición en el repertorio
de la música secular, parece ser que, en la época que Machaut compone las
suyas, no servían para la danza, convirtiéndose en formas musicales estilizadas;
semejante a lo que ocurriría siglos después con la suite de
danzas de los siglos XVII y XVIII, que utilizaban formas, como la sarabanda o
la alemanda que, aunque en algún momento habían sido música de
baile, no lo son ya, tal y como las cultiva Johan Sebastián Bach en sus suites y
partitas.
En la música de Machaut
se consuma otra novedad: si en sus rondeaux, virelais y ballades
son los poemas los que dictan la forma de la música, en algunos motetes
comienza a consumarse la independencia y la preeminencia de la música sobre el
texto. A pesar de que, algunos teóricos musicales, como Aegidius de
Murino, defendían que la música debía escribirse en primer lugar y, a continuación,
adaptar la letra. Varios motetes presentan dos textos diferentes destinados a
ser entonados por diferentes voces. Los temas de los motetes varían: líricos,
religiosos, moralizadores, políticos, etc., aunque el tema del amor cortés,
heredero de la tradición lírica de la época trovadoresca, predomina entre las
composiciones llevadas a cabo durante el siglo XIV.
Machaut sobrevivió a la
peste negra que devastó Europa y pasó los últimos años de su vida viviendo
en Reims, muriendo en 1377.
De Guillem de Machaut podemos recrearnos con: "Je vivroie liement/Liement me deport" OIR AHORA
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